El comercio electrónico en el sector minorista

Aunque no leamos la prensa en nuestros ordenadores, tabletas o móviles, es bastante probable que lo hagamos cuando tenemos alguno de estos tres aparatos cerca. En la actualidad, consultamos nuestros teléfonos una media de 150 veces al día y, la mayoría de las veces, al menos una vez cada hora, según las encuestas. En apoyo de la idea de que los directivos de las empresas del sector deben dar prioridad a la digitalización están los hechos de que más de la mitad de los minoristas generan menos del 25% de sus ventas a través de este canal y de que las empresas más disruptivas que han surgido en diversos sectores están totalmente impulsadas por la tecnología.

A pesar de la preocupación que suscita la posible canibalización de los canales offline (tiendas físicas) por parte del comercio electrónico, dada la complejidad del proceso de transformación o adaptación, es esencial que todas las partes interesadas del sector emprendan una reflexión estratégica y creen un plan de acción. Es fundamental tener en cuenta que, en esta situación, los hábitos de compra no son omnicanal. Aunque decidan finalizar su compra a través de un canal diferente, los clientes siguen utilizando los canales online y físicos de forma diferente para informarse y comparar precios, a pesar de que la tasa de conversión en el mismo canal es actualmente más alta. Además, esta tendencia se intensifica con el tiempo, a medida que la tecnología se integra cada vez más en los hogares.

Para establecer la sinergia más práctica entre ambos canales y alcanzar el ilusorio "omnichannel", las organizaciones deben evaluar cómo utilizarlos de la forma más eficaz en este escenario. ¿Qué significa este concepto? La satisfacción del consumidor final, la capacidad de comunicarse e interactuar con él a través de diversas plataformas, la autonomía para comprar cuando y donde quiera y, lo más importante, el refuerzo de su fidelidad.

Es obvio que existe un gran potencial para conocer mucho mejor a los clientes y sus preferencias, mejorar su experiencia de compra, facilitar la entrega rápida entre centros comerciales y minoristas y penetrar en nuevos mercados. Pero adoptar una estrategia omnicanal es todo un reto, y hay peligros que deben tenerse en cuenta. El e-commerce para retail debe respetar la privacidad de los consumidores e infundirles confianza sobre su información personal. Por un lado, hay que ofrecer y comunicar seguridad. Pero también es necesario evaluar el impacto de los impuestos en los negocios internacionales, ajustar la logística a los nuevos canales de venta e invertir en la integración de sistemas. Teniendo en cuenta estos factores, es necesario un plan y una estrategia adecuados de transformación digital para garantizar el éxito.

En general, el camino parece evidente. Las empresas de marketing en México afirman que la disrupción exige invertir en el canal de Internet, pero el mayor obstáculo al que se enfrenta el sector minorista son los problemas omnicanal.

México es uno de los mayores mercados de comercio electrónico de América Latina

El comercio en línea se ha convertido en la vía de compra favorita de millones de personas en todo el mundo, para adquisiciones que van desde libros digitales hasta vehículos. Esta industria es tan grande que, en 2023, su valor sólo en México superó los 33,000 millones de dólares. Con sólo Brasil superándolo, el comercio electrónico mexicano se posiciona así como el segundo mercado de Internet más importante de América Latina.

Uno de los mayores mercados de comercio electrónico de América Latina es México. En 2020, sólo cuatro antes, poco más del 60% de los mexicanos realizaban compras en línea. El departamento de investigación de una institución proyecta que esta tendencia creciente continuará en los próximos años, con una penetración del 90% en 2029.

El comercio electrónico está ahora presente en muchos sectores diferentes del país, incluidos los servicios digitales y el comercio minorista. La moda, la tecnología y los artículos para el hogar son algunas de las áreas en las que el primero lidera el mercado en términos de crecimiento de ventas

Perfil del consumidor

Más de la mitad de los mexicanos, según las últimas cifras, realiza algún tipo de transacción en línea. En 2023 había más de 68 millones de compradores por internet en México. La mayoría de estas personas viven en el este y el centro del país. Además, los residentes de entre 25 y 34 años tienen un índice muy alto de penetración del comercio electrónico, y las mujeres tienen un índice ligeramente superior al de los hombres.

Según las estimaciones, la mayoría de los internautas mexicanos realiza compras en línea al menos una vez al mes, y las tarjetas de crédito y débito son los métodos de pago más populares. En cuanto al dispositivo más popular para las compras en línea en México, el smartphone es el claro ganador. Mientras tanto, dos de las categorías de productos más populares en el comercio online mexicano son la moda y la higiene personal.

Avances tecnológicos de las plataformas

La expansión del comercio electrónico mexicano se ha visto muy favorecida por el uso de técnicas de entrega eficaces y sistemas de pago electrónico. Las transacciones en línea se han facilitado gracias a los sistemas de pago digitales, que ofrecen a los clientes opciones sencillas y seguras. La entrega rápida y fiable de productos en todo el país ha sido posible gracias a la mejora de la infraestructura logística, lo que ha aumentado la felicidad de los consumidores y promovido la lealtad a la marca.